La elevación de los niveles de vida en todo
el mundo ha impulsado la demanda de productos seguros y de alta calidad por
parte de los consumidores. Lo que ha inducido a muchos gobiernos a adoptar
reglamentos Técnicos. Los crecientes problemas de contaminación del agua, la
atmósfera y el suelo han llevado a las sociedades modernas a buscar productos
no nocivos para el medio ambiente.
La reglamentación técnica es una herramienta
adoptada con el objeto de proteger la seguridad o la salud de las personas y la
vida de los animales o de los vegetales además sirven para prevenir prácticas
que puedan inducir a error o engaño al consumidor y, que esto no se convierta
en un obstáculo técnico innecesario al comercio.
Un reglamento
técnico sirve para que los consumidores o usuarios puedan disponer de productos
sanos, no contaminados, seguros para el uso y procurando que no contaminen el
ambiente; que la información indicada en la etiqueta del producto sea verdadera
y no confundan al consumidor o usuario.
La diferencia entre una norma y un reglamento
técnico reside en la observancia. Mientras que la conformidad con las normas es
voluntaria, los reglamentos técnicos son de carácter obligatorio.
Otros objetivos de los reglamentos son la
calidad, la armonización técnica o, simplemente, la facilitación del comercio.
Los reglamentos relativos a la calidad, por ejemplo, los que exigen que las
frutas, legumbres y hortalizas alcancen un determinado tamaño para poder ser
objeto de comercio en algunos países desarrollados.
Fuente:
Información extraída de un documento de la Organización Mundial de Comercio.